Rúbrica
Tan corruptos como cualquiera
Por Aurelio Contreras Moreno
Sin ningún resultado en materia de desarrollo social, de seguridad, de crecimiento
económico ni de infraestructura, al régimen de la autoproclamada “cuarta
transformación” solo le ha quedado aferrarse a la perorata del “no somos iguales”,
porque según ellos “ya no se permite la corrupción”.
De hecho, fue en ese intangible –acabar con la corrupción-, que el hoy presidente
Andrés Manuel López Obrador basó sus propuestas de campaña y la forma de
cumplirlas. Según él, si se erradicaba la corrupción, habría los recursos públicos
suficientes para fondear sus megaproyectos de obra y sus programas sociales
asistencialistas.
Tres años después, han desmantelado cuantas instituciones y programas han
podido, sin importarles cómo funcionaran, y no hay dinero que alcance para cubrir
el despilfarro de los presidenciales caprichos. Y lo peor de todo es que la
corrupción goza de “cabal salud” en México.
Este martes se dio a conocer el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2021
de la organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI), en el que
México aparece entre los países más corruptos del mundo, al lado de Gabón,
Níger y Papúa Nueva Guinea.
De acuerdo con esta medición, México se ubica en el lugar 124 de 180 países
evaluados por el IPC -que es el principal indicador mundial de medición de la
corrupción en el sector público-, con una calificación de 31 puntos de 100. La
misma que obtuvo en 2020.
México aparece peor evaluado que países latinoamericanos como Cuba (lugar
46), Colombia (39), Argentina y Brasil (38), Ecuador, Panamá y Perú (36), y El
Salvador (34).
Además, México es el país peor evaluado en cuanto a corrupción de los 38
integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE). Y ni modo que digan que esto es consecuencia de las “herencias
malditas” del “pasado neoliberal”, cuando llevan tres años en el poder y, según su
propio discurso panfletario, “ya se acabó la corrupción”.
Sin embargo, las evidencias de que esto es una mentira más de la “4t” son
inocultables. Transparencia Internacional destaca en su evaluación que existe
“una creciente preocupación por el uso político-electoral en las fiscalías
mexicanas, que pese a gozar en muchos casos de autonomía formal, no son
vistas como órganos independientes al gobierno”.
Ni siquiera habría mucho que alegar ahí. La Fiscalía General de la República es
un “brazo ejecutor” de las venganzas, persecuciones y presiones del régimen
lopezobradorista contra adversarios, enemigos reales o imaginarios y disidentes,
pasándose la ley por el “arco del triunfo”, inventando cargos y torciendo las
normas al más puro estilo del PRI más autoritario. Mismo caso de la infame
Fiscalía General del Estado de Veracruz, que juega exactamente el mismo rol.
TI señala que en esos casos “su actuación (de las fiscalías) presenta sesgos
favorables o negativos dependiendo del grupo político al que se investiga”. La
justicia a modo, pues.
Y no es que tuviera que venir una Ong internacional para decirnos lo que de todos
modos ya sabíamos. El combate a la corrupción del actual régimen es una farsa.
Solo hay que recordar todos los videos de los hermanos del presidente recibiendo
dinero de procedencia por lo menos oscura y de uso seguramente indebido; o los
contratos millonarios para sus familiares en el gobierno. Y si eso no le convence,
ahí está la sentencia clara y firme del Tribunal Electoral federal contra la secretaria
de Educación Pública Delfina Gómez, por “mocharle” su sueldo a los trabajadores
del ayuntamiento de Texcoco cuando lo presidió, para entregárselo a Morena.
O como en Veracruz, donde entre el gobernador, su primo el subsecretario de
Finanzas, el secretario de Gobierno y el presidente de la Junta de Coordinación
Política del Congreso local saquearon al Poder Judicial y desaparecieron 500
millones de pesos. Por mencionar solo una de las tantas que deben.
Son tan corruptos como cualquiera de los que les precedieron. Y cada vez se nota
más la suciedad.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
